El espacio exterior es ya una parte esencial de la capacidad bélica estadounidense. Sus fuerzas armadas dependen de los satélites para multitud de aspectos, como comunicaciones, operaciones de reconocimiento e información sobre objetivos. Pero hasta ahora, ningún país ha colocado armas en el espacio, aunque EE UU y China han demostrado que pueden derribar satélites con misiles terrestres. Si las armas pasan a formar parte del espacio, ¿cómo funcionarán?, ¿cuál será su grado de eficacia?, ¿y qué tipos de daños podrían causar? Láseres con base terrestre, barras del tamaño de un poste de teléfono que se precipitan desde el espacio a más de tres kilómetros por segundo o las increíbles armas del futuro: ha llegado la hora de ponerse a punto para La guerra del espacio.
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